En general, cualquier actividad profesional ofrece una serie inimaginable de alternativas para alcanzar los objetivos planificados, así como de herramientas que pueden utilizarse para facilitar el logro deseado.
En este sentido, los trabajos de consultoría no son la excepción y, dependiendo del tipo de proyecto y de los objetivos que se desee lograr, el consultor dispone de una serie variada de herramientas útiles y poderosas. En otro artículo que compartí relacionado con este tema («Herramientas Poderosas de Consultoría»), describí algunas de las más utilizadas y efectivas, disponibles en la caja de herramientas del consultor y preferidas por mí.
Pero, si bien disponer de una completa caja de herramientas de consultoría es importante para realizar un trabajo efectivo y de calidad, también lo es saber elegir la herramienta ideal, ajustada a las necesidades del cliente, que optimice tiempo, dinero y esfuerzo, y, sobretodo, ayude a crear proyectos que agreguen valor y permitan ser más competitivos y exitosos.
Entonces, te invito a que revisemos juntos algunos tips y gotas de sabiduría, útiles a la hora de escoger aquellas herramientas de consultoría de que disponemos.
Tips para Elegir la Herramienta de Consultoría Ideal
La elección de la herramienta ideal depende del tipo de proyecto que se quiera desarrollar, de los objetivos a alcanzar y de la complejidad de la organización o del tipo de trabajo del consultor, entre otros aspectos. Pero, en todo caso, debe tenerse en cuenta:
1. Utiliza una herramienta que te guste, comprendas su verdadero aporte y sepas manejar. No hay como utilizar algo que te guste y con lo cual estés familiarizado. Es como el carpintero cuando utiliza su martillo y su cincel, el cirujano utiliza su bisturí y sus pinzas o el consultor utiliza sus matrices, modelos de negocio o metodologías. Hacer lo que a uno le gusta, con amor, genera pasión, esta genera emoción y esta, a su vez, aumenta la capacidad de identificar detalles diferenciadores, experticia y productividad.
2. Prefiere una herramienta poderosa, que combine practicidad y simpleza. Entre más simple, más poderoso. Esta es una regla general, aplicable prácticamente a cualquier actividad. Y, a su vez, como un círculo virtuoso, la habilidad y comprensión en la aplicación y uso de una herramienta (o metodología) hace ver simple, sencillo el uso de la misma. Imagina ver a un artista virtuoso ejecutar su instrumento… pareciera tan fácil que provoca intentarlo, verdad?
3. Escoge herramientas que soporten el esquema metodológico elegido. Ante todo, debe seleccionarse herramientas que sean coherentes con un esquema definido por el consultor, para dar el mejor resultado posible. Esta coherencia facilita el entendimiento de la metodología empleada y su aplicación futura, cuando la organización decida seguirla aplicando en otros proyectos.
4. Selecciona herramientas que creen sinergia con otras herramientas. Si bien el uso de una herramienta da poder, el trabajo complementario y en equipo entre dos o más herramientas permite crear un efecto mayor y más positivo que su contribución individual. Esto es beneficioso, especialmente, cuando se desean resultados óptimos, a veces muy por encima de los que se tiene previstos.
5. Procura elegir herramientas que sean de probada eficacia para el tipo de proyecto que estés desarrollando. Especialmente cuando los profesionales y/o la organización están en pleno desarrollo de su curva de aprendizaje, es preferible elegir herramientas que han demostrado ser eficaces en proyectos similares. Esto no significa que no sea viable hacer mejoras y ajustes que permitan que dichas herramientas encajen mejor en el estilo y necesidades de la organización y de los profesionales que las requieran.
6. Prefiere herramientas que tu cliente ya conozca o que aprenda a manejar con relativa facilidad. La facilidad de entendimiento y uso de una herramienta anima al operador a utilizarla y perfeccionarla, lo cual, a su vez, aumenta la curva aprendizaje, la habilidad en su uso y productividad. De hecho, este uno de los objetivos que por lo general los consultores buscamos con nuestros clientes, con el fin de lograr mejores resultados futuros.
7. Cualquiera que sea la herramienta elegida, debe permitir evaluar su eficacia y contribución para alcanzar los objetivos planificados. Independientemente de la complejidad, la herramienta elegida debe permitir evaluar los resultados obtenidos con su implementación, así como el logro de os objetivos planteados en el proyecto en el cual se aplicó. Esto es importante, entre otras cosas, para encontrar oportunidades sistemáticas de mejora tanto de la herramienta como del sistema de gestión, proceso o actividades en los cuales se aplicó.
Y puede haber muchos tips más, los cuales irás identificando y valorando con cada proyecto que realices. Recuerda que «la práctica hace al maestro» y que la consultoría es un trabajo de constante aprendizaje.
Espero que este artículo te haya aportado gotas de sabiduría para tu trabajo, sea como consultor o como cliente. Como siempre, para mi fue un placer haber podido compartir contigo algunos conceptos, fruto de mi experiencia en este emocionante trabajo. Te agradezco mucho los aportes y comentarios que tengas a bien hacerme; los valoro y acojo con entusiasmo.
Espero que podamos compartir otros temas, ya sea a través del compartir conocimiento o de algún proyecto que podamos realizar juntos. Sabes que puedes contar conmigo.
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